domingo, 6 de marzo de 2016

El mundo es de los raros.

El mundo es de los raros. 

Los raros, esos que son criticados por los normales, son los que cambian el mundo. Sus rarezas inspiran, rompen patrones, propones nuevos modelos, provocan, escandalizan, extrañan. Se les llama locos, excéntricos, enfermos, monstruos, degenerados, frikis, peculiares, empollones, antisistema, y un larguísimo, etc.

La gran masa de mediocres se siente amenazada ante los raros, los señala, los etiqueta, los aisla, los maltrata...por miedo. Miedo a que su mediocre normalidad sea descubierta, miedo a despertar de su sueño de ser correctos, normativos, normales.

Todo lo que no se comprende se tacha de raro, es la palabra amuleto para no esforzarse en entender el mundo del otro. Un físico cuántico es un tipo raro, un artista rompedor, un payaso en un campo de refugiados, una persona transexual, un escritor revolucionario, un pintor imprevisible, un actor fuera del mainstream, un bailarín, un poeta, un nudista, un vegano, un músico autodidacta.... raros, todos muy raros. Gente peligrosa, librepensantes, que cuestionan todo, que no tienen miedo, que nos ponen a prueba como sociedad, que nos agreden con sus rarezas, que hacen cambiar al mundo a rebufo de su ímpetu.


¡Qué raros són !

Ahí andan, sin complejos, reivindicativos, orgullosos de ser distintos. Aterradores, impetuosos, pasionales.

Al que se sale del rebaño hay que aplastarlo, no pueden haber tantos raros o los normales serían minoría y entonces ¿quienes serían los raros?

Esos personajes raros, que hacen cosas tan raras que nadie comprende. Gente rara , ¡ya se sabe!

Excéntricos como Dalí, esquizofrénicos como Van Gogh, raros inventores como Da Vinci, idealistas como el Che, alcohólicas como Chavela Vargas, provocadoras como Bibiana Fernández o como Almodóvar, pirados como Einstein, feministas del siglo XVIII como Mary Wollstonecraft , cuestionados como Steve Jobs, bichos raros como Stephen Hawkins, mujeres dirigiendo paises musulmanes como Benazir Bhutto pagando su vida por ello, soñadores imbatibless como Mandela o Gandhi, Gaudí con sus edificios ondulados, Mozart el niño que componía, Frida Calho con esas cejas y su grotesca libertad, el talento de Michael Jackson o Freddie Mercury, un presidente alternativo como José Mújica, Sir Ken Robinson questionando el modelo educativo, esos indígenas primitivos, ...

¡Qué se habrán creido!, cambiando la sociedad con sus luchas, sus ideas, su actitud. No se dan por vencidos hasta cambiarlo todo, pidiendo derechos. Como las termitas, se comen los cimientos de la sociedad y la obligan a reconstruirse una y otra vez. Cada vez distinta, alterando el orden , cambiando leyes para su conveniencia.

Jajajaja, pobres normales, aferrados a sus normas y su conservadurismo, amenazados por todo, siempre temiendo el porvenir, el cambio que altere sus previsibles vidas.



Pero lo cierto es que los normales nunca cambiaron el mundo, si por ellos fuera, viviríamos en el Paleolítico. Así que reconozcamos que los mejores avances de la humanidad han vendo de los raros.

Sí , ya sé que no todos los raros aportan cosas interesantes, pero como todos los talentos fuera de lo común se consideran raros, de entre las filas de los "extraños" salen todos los genios creativos, científicos, idealistas, artistas, inventores, revolucionarios, filósofos, soñadores, pensadores, rompereglas, avatares, líderes espirituales, genios de la literatura, la música, nuevas terapias, nuevos géneros artísticos, nuevos conceptos del mundo, nuevas realidades...

Así que ser raro, extraño, curiosos, buscador, experimentador, contradictorio, sorprendente, imprevisible, es formar parte de ese crisol de cambio del ser humano.

Los raros, formamos una sociedad paralela, nos reconocemos entre nosotros, intercambiamos rarezas, aprendemos unos de otros, empeoramos más y más a placer, somos peligrosamente libres. Desacomplejados, ofensivos para algunos, inspiradores para otros. Sin un patrón.



Cara raro lo es a su manera, con su talento, con su estilo, con su propia magia, construyendo su camino con lo que aprende de otros raros, auténtico, sin reglas. No como los normales que son todos iguales o al menos lo intentan. 

Así que si te llaman raro o crees que lo eres, siéntete orgulloso de ser quién eres, levanta la cabeza y responde, " muy raro, diría yo" y ríete por dentro.

Si supiéramos las rarezas de todos esos "normales" que disimulan... nos sorprenderían. Así que deja de parecer normal y únete a los raros, si tienes el talento para serlo, claro está , jejeje.

Quizás todo el mundo es raro,
pero pocos son suficientemente valientes para demostrarlo.


"Nunca conocí a nadie normal que me pareciera interesante" Jordi Reviriego.


1 comentario: