Nuestra sociedad intenta autodefinirse en términos binarios , se siente más cómoda clasificándolo todo en pocas categorías, preferentemente sólo dos. Un código binario para todo.
Poder expresar todo con 0 y 1 parece dar seguridad, ser más manejable. Pero las personas no somos en absoluto binarias en casi nada.
Un buen par de ejemplos de binarismo, son la identidad de género y la orientación sexual. Establecer sólo dos categorías posibles excluye todas las demás.
Cuando nacemos nos clasifican binariamente según nuestros genitales : macho o hembra . Existen excepciones como las personas intersexuales que están biologicamente en un punto intermedio entre los dos sexos, pero socialmente no interesa , queda en la privacidad y no se habla de ello, mientras los médicos intentan hacer lo que sea para que encajen en un sexo biológico binario. No queremos romper el binarismo del sexo biológico, nos genera confusión.
Por lo tanto las categorías siguen manteniendo un binarimo social hombre/mujer y punto. No rompamos normas y tengamos que abrir la mirada para entender la realidad.
Lo mismo pasa con la orientación sexual, cuando nacemos se nos presupone heterosexuales y se contempla, con reticencia, la menor posibilidad de que seamos homosexuales, nada más. El resto de sexualidades no tienen visibilidad social, aunque representan a un gran porcentaje de la población. Etiquetas como bisexualidad, pansexualidad o plurisexualidad son desconocidas para la mayoría. Demasiado complejo. Mejor clasificar en binario hetero / homo.
Pero la realidad es obstinadamente antibinaria y establece muchas más categorías.
La presuposición que el género y el sexo coinciden en un sólo patrón posible, excluye a todas esas personas de género no normativo: personas trans, no binarias, agénero, género fluido queer, bigénero, etc.
Dentro de las personas trans, hay personas que definen su género en términos binarios ( masculino/femenino), simplemente son del género binario contrario al que se les asignó al nacer.
Pero también hay personas que no se identifican con el género asignado al nacer , pero tampoco con su opuesto binario. Son las personas no binarias. Y ahí la sociedad entra en confusión. Si ya existe resistencia a aceptar que alguien no se identifique con el género asignado al nacer en función de sus genitales, que alguien salga de los extremos de ese eje y se sienta en un punto intermedio, o directamente se sienta fuera de ese eje masculino/femenino, ya es muy confuso para la mayoría de personas.
Pero en realidad es muy sencillo. El género no existe como algo estable y rígido, tan solo es un constructo social que establece una serie de normas, roles y conductas apropiadadas en una determinada sociedad para cada género binario. Son cosas tan simples como quien puede o debe maquillarse, llevar ciertos colores, cierta ropa, ciertos gustos, deportes, comportamientos, etc. Una mera convención social que se le impone a cada recién nacido por sus genitales. Pero hay quien se identifica con el género opuesto desde muy pequeño y hay quien no se identifica con ninguno, o su vivencia de género no está representada por los constructos sociales predominantes y binarios.
La sociedad, ante las personas trans, ejerce su transfobia no sólo contra su vivencia de género no normativo, sino también exigiendo que sean binarios e invisibles. Algo así como "si cambias de género, hazlo de tal modo que no se note y se restablezca el binarismo".
Pero las personas no binarias son inclasificables, cada una tiene una vivencia de género bastante única y fuera de la norma y eso para la sociedad es muy desconcertante. Se les exige que se definan en términos binarios, que "superen esa fase de indefinición" y vuelvan al binarismo. En algún caso puede ser una fase durante el tr´nsito de un género a otro, pero en la mayoría, no están para nada en una fase, están en SU género tal como lo entienden.
Pero es muy sano que la sociedad cuestione los géneros y los haga flexibles y permeables, que podamos expresarlos fuera del binarismo sin que genere confusión. En un entorno realmente libe expresaríamos todos nuestro género de modos mucho más diversos e interesantes.
Algo parecido pasa con el no binarismo de orientación sexual , que socialmente se exige que se definan binariamente . O heterosexual o homosexual, pero todo lo demás genera confusión a esta sociedad binarizante. Genera incredulidad, prejuicios, y la eterna exigencia de superar esa fase supuestamente confusa y definirse de una vez. En realidad hay mucha más bifobia que homofóbia. Incluso muchos homosexuales son bifóbicos.
Pero las personas bisexuales ya están definidas como bisexuales. No estan confusas o indecisas, simplemente su atracción sexual no es sólo hacia un único género, así de fácil. Y probablemente si no existiera la homofobia muchas personas se permitirían la bisexualidad como una orientación más o como diferentes puntos en un continuum entre dos polos binarios. Pero como la sociedad nos exige simplificar, muchas personas bisexuales son leidas como herosexuales o homosexuales según el género de su pareja actual y se presupone que la bisexualidad no es una opción. Entender que alguien con una relación con alguien del género opuesto no tiene porque ser hereterosexual seria un gran paso.
Escala Kinsey
Según el informe Kinsey El 11,6% de los varones y mujeres blancos entre 20 y 35 años manifiestan una clasificación 3 (bisexualidad). Que el 60% de los hombres y el 33% de las mujeres participaron al menos en una práctica homosexual manifiesta.
Las categorías binarias 0 y 6 desconsideran el continuum que existe entre ellas y que engloban a un porcentaje muy alto de la población. Estamos muy lejos de tener datos fiables sobre qué porcentaje real de la población tiene una orientación sexual no monosexista, pero todo apunta a que sería mucho más alto de lo que la sociedad puede soportar.
Consideremos además que igual que existen personas de identidad sexual agénero, también existen personas de orientación sexual asexual que no están en este continuum simplemente porque no sienten atracción sexual por ningún género.
En resumen, la sociedad clasifica a sus miembros en categorías binarias que no se corresponden mucho con la diversidad real que afortunadamente existe.
Os dejo con un esquema final sobre la diversidad para entender que lo binario se queda muy corto.
Y para terminar rompiendo los esquemas binarios, consideremos las combinaciones de interacciones de distintos géneros normativos y no normativos y todas distintas orientaciones sexuales, para abrirnos a un mundo mucho más lleno de posibilidades donde todos nos podamos sentir visibles y representados.
Un ejemplo real: una persona que se define como trans agénero siente atracción por personas no binarias, hombres trans y mujeres cis, ¿podemos entender su realidad desde una perspectiva binaria?