Esta entrada, os dotará de todos los trucos y artimañas para que los clientes sigan fieles a sus citas de terapia, sin necesidad de que saquen ningún provecho.
Nunca ofrezcas sesiones, ofrece un proceso:
Al primer contacto, deja claro que la terapia es un proceso, que puede ser largo y lleno de estancamientos o retrocesos que forman parte inevitable de la mejoría final. Nunca establezcas un número de sesiones, ya que entonces el cliente podría interpretar que tiene un tiempo limitado para mejorar y se daría prisa en adherirse a la terapia, a veces con mejoras imprevisibles que te pueden hacer perder al cliente.
No simplifiques lo que puede ser complejo:
A veces las demandas pueden ser demasiado simples, del tipo "no duermo bien", "me cuesta relacionarme con desconocidos", etc. Si queremos hacer un trabajo largo y profundo, deberemos hacer ver lo complejo que puede ser lo que hay detrás de ese síntoma, lo complicados que somos las personas expresando cosas muy profundas, etc. Eso nos protegerá de los objetivos a corto plazo y de las mejorías inesperadas.
Define objetivos con habilidad:
Los objetivos que fidelizan son aquellos a largo plazo, complejos, subjetivos, que son motivadores pero inalcanzables. Cuando el cliente plantee objetivos demasiado asequibles, hazle ver que merece mucho más, que puede mucho más y que con tu ayuda puede llegar donde quiera ( recalca lo que "con mi ayuda"). La creencia de que "si quieres, puedes", siempre genera grandes objetivos a muy largo plazo, aprovéchala.
Señala las debilidades:
Las personas que son conscientes de sus debilidades, piden ayuda, saben que sin ayuda es muy difícil que las superen. Ensalzar sus fortalezas, aunque puede parecer motivador y orientado a la solución, en realidad puede hacer que se empodere antes de tiempo y ese exceso de autoestima prematuro precipitar una alta cuando aún no está preparado para enfrentarse a la realidad.
Redefine las mejorías:
Cuando alguien mejora, siempre hay que hacerle ver que podría ser sólo una mejora temporal o inestable, que las mejoras sólidas siempre son el resultado de un esfuerzo largo, duro y tenaz. Prepárale para la decepción, incluso provócala, para evitar que deje la terapia prematuramente cuando aún no está hecho todo el trabajo de asegurar los resultados.
Cuidado con ser provocador:
Muchos clientes se pierden por ser demasiado provocadores intentando sacarles de su zona de confort. Hay personas que se sienten muy cómodas integrando la terapia a su zona de confort, una vez nos conocen y confían, les damos una estabilidad muy importante que puede peligrar si los retamos a dar pasos en zona desconocida.
Utiliza las terapias previas:
En la primera visita es necesario hacer un análisis de las terapias previas , si las ha habido, y analizar porqué no han funcionado de tal modo que veamos las debilidades de las terapias de los demás y las fortalezas de las que le ofrecemos. A veces podemos sentir la tentación de poner en valor los avances conseguidos con otros terapeutas, lo cual no está exento de peligro, es un reencuadre que puede volverse en contra nuestra.
Alta con mecanismo de seguridad:
Cuando llega el momento de finalizar una terapia, suele funcionar unas cuantas sugestiones para asegurar el retorno del cliente si aparece cualquier dificultad. Las mejores fórmulas suelen ser del tipo, "cuando vuelvas a tener dificultades, bloqueos, inseguridad...( o lo que sea que hemos trabajado), ya sabes que te puedo ayudar. No es que queramos inocular la creencia de que volverá a estar mal, sino que lo preparamos para que nos pida ayuda a tiempo, cuando con certeza la necesitará.
De todos modos, si eres un psicoterapeuta que cree que las personas tienen muchos recursos y fortalezas que respetar y valorar, si crees que debes ser lo más breve y eficaz posible para no generar dependencia, o bien has comprobado que los cambios también pueden ser rápidos, sorprendentes y fáciles. Si crees que la terapia es un proceso que debe hacer a la persona más independiente y mas fuerte. Si puedes ver la fuerza y la ternura en cada persona y saber que tú sólo serás una ayuda temporal. Que tu intervención debe dar más flexibilidad y capacidad de volar por sí mismo a cada persona, de deben olvidarte pronto y no necesitarte mas. Si trabajas más por el placer de ser útil, de aprender de cada persona, de crecer con cada historia que te comparten, que por el dinero.
Entonces, y sólo entonces, mejor deja que la persona defina sus objetivos alcanzables, traza un plan de trabajo breve, directo, acotado en el tiempo, sin "visitas informativas a precios rebajados", sé completamente honesto si no sabes como manejar una dificultad y derívalo a quién creas que puede hacerlo mejor que tu, no prometas nada, no generes expectativas, genera ilusión, curiosidad, motivación y deja que sea cada persona quién encuentre sus límites. No hagas creer que "todo es posible si lo quieres", con tu ayuda. Mejor ayuda a definir sus deseos, sus espectativas, a hacerlas flexibles, a encontrar el placer en muchos resultados posibles.
Si sabes ver lo maravilloso que hay en cada ser humano, no creerás de debes cambiar a nadie, sólo darle herramientas para sacar más partido de sus muchas capacidades, atender a su demanda, no a tu prejuicio de lo que debería conseguir.
Sé impecable, trabaja tus creencias sobre ti y sobre los demás y cuando sepas valorarte y valorar a quién tienes delante sin juzgar, dándole permiso para ser totalmente libre, estarás preparado para tener un alto impacto positivo en tu trabajo. No hagas ni una visita más de las necesarias, menos es mas.