sábado, 20 de octubre de 2012

ESTADOS EXPANDIDOS DE CONCIENCIA

Entendamos el inconsciente como un gran desván de recursos, que contiene todos los registros de nuestra vida, pero la consciencia percibe el desván como un lugar oscuro en el que no distingue los detalles de nada, pero dispone de una linterna, cuyo foco de luz permite ver el contenido del desván en la zona que ilumina. Esa zona iluminada es el campo de la conciencia. La atención es lo que dirige esa linterna en una u otra dirección .

Pues bien, en ese desván está el material que aflora hasta nuestra consciencia, está todos esos comportamientos que "no somos conscientes" de porqué los hacemos así y no de otro modo. Surgen las reacciones automáticas, surgen los recuerdos inesperados.

No conocemos muy bien qué es y donde reside eso que llamamos atención, eso que decide que parte del desván ilumina y cuál no. Y aún entendemos menos porqué hay zonas del desván aparentemente inaccesibles en estado ordinario de consciencia, o que lo son de un modo aparentemente arbitrario.

Parece ser que en muchas ocasiones, algo nos da la llave de acceso a una parte de ese gran fondo documental, un estímulo externo, una imagen interna, algo que nos hace saltar de un recuerdo a otro hasta llegar a lugares sorprendentes. Es cuando decimos ¿ y como es que ahora estoy pensando en esa vecina que tuve hace un montón de años y en la que no había pensado nunca más?

Recibimos un número de estímulos enorme cada segundo, y sin embargo sólo somos conscientes de una ínfima parte, pero sin embargo, nuestro inconsciente escanea nuestro cuerpo sin cesar , acomoda nuestra postura, percibe la temperatura, los sonidos ambientales...y sólo cuando algo es relevante nos lo pone en nuestro campo consciente. Puede que no pudiéramos soportar en la consciencia tanta información simultánea, o quizás aún no estamos preparados para ser tan conscientes de lo que percibimos.


¿Y qué ocurre en los estados expandidos de consciencia, durante los cuales accedemos a registros que parecían inaccesibles y percepciones distintas?






Primero vamos a explicar que entendemos por estado expandido de consciencia (EEC). Todas las cultura, desde el albor de los tiempos han usado los estados expandidos de conciencia y tienen muchas maneras de acceder a ellos: plantas enteógenas, música, bailes, ceremonias que van destinadas a entrar en un estado de trance. Más recientemente, el uso de la hipnosis, la respiración holotrópica o ciertas drogas pueden ser también la puerta hacia esos estados.

Me gustaría distinguir EEC de simplemente estado alterado de conciencia. Todos son alteraciones de consciencia , pero no todo lleva a una expansión de la misma. Muchas drogas alteran la consciencia pero no aportan ninguna comprensión o conocimiento valorable, simplemente alteran la conciencia. Y en manos inexpertas ni siquiera las drogas enteógenas proporcionan ninguna expansión, simplemente son una distorsión de consciencia más o menos espectacular pero que no deja nada más que algún brote esquizofrénico en algunas personas. También en plena crisis de ansiedad estamos en un estado alterado de consciencia y no precisamente expandido.





Cuando entramos en un estado realmente expandido de consciencia, necesitamos de un aprendizaje progresivo para manejar lo que percibimos, inicialmente, puede que al estar nuestra consciencia tan pendiente de lo que va a ocurrir no nos dejemos llevar lo suficiente como para expandir nuestra consciencia y simplemente sea una experiencia decepcionante. Entrar en trance, también implica un aprender a dejarse ir.

Las plantas como la ayahuasca o el peyote, LSD , hongos alucinógenos, ketamina, mescalina, iboga, MDMA, harmalina, etc, proporcionan estados expandidos de conciencia, que nos dan percepciones de la realidad distintas de las ordinarias y eso nos puede llevar a comprensiones profundas de temas que nuestro inconsciente guardaba sin dar acceso plenamente consciente a ellos. Es como abrir la luz del desván y verlo todo a la vez, lo que permite observar cosas relacionadas que antes nos parecieron inconexas. Un estado muy parecido lo podemos alcanzar sin ninguna substancia química mediante respiración holotrópica, trances mediante bailes o músicas ( danzas transpersonales, ceremonias de muchas culturas que incluyen danza y música hasta entrar en trance ) o mi preferida: la hipnosis.

Salvo en la hipnosis, una vez entramos en un estado expandido de consciencia , estamos solos, aunque en muchas ceremonias alguien cuida de ti , en tu experiencia interna estás muy solo. Si es una experiencia placentera eso no importa, pero si te sumerges en un pozo oscuro, puede que no sepas como manejar lo que allí ocurra y que sufras para nada sin sacar provecho de lo vivido. Creo que antes de entrar en un EEC habría que adquirir herramientas y conocimientos para saber manejarse "ahí dentro". Sin eso la experiencia puede ser muy intensa, pero no nos llevamos nada de ella hacia nuestro estado ordinario de consciencia.

En al caso de la hipnosis, además de no usar ninguna sustancia exógena, tenemos un EEC apadrinado por quién dirige la sesión, quién por cierto también entra en un EEC para poder acompañar al hipnotizado. Ese acompañamiento durante el trance, nos da los recursos y el sostén necesario para afrontar lo que surja. En el caso de la hipnosis ericksoniana, que es la que yo uso, somos muy cuidadosos en acompañar sin manipular ni ordenar nada, permitiendo el flujo natural del trance. Sólo estar al lado en su viaje de descubrimiento interior, e intervenir lo necesario para aportar los recursos que pueda necesitar, pero sin entrometerse. Si aparece una habitación oscura, no se entra sin ayuda, sino de la mano del terapeuta, que puede que simplemente de de la seguridad de no estar solo o bien que te prepare para entrar ahí con seguridad.

Mis experiencias con enteógenos o con otras técnicas de trance han sido muy satisfactorias, pero creo que gracias a un bagaje previo para saber manejar lo que surge en cada momento. también he visto gente gritar desesperados ante lo que estaban viviendo sin ningún recurso y pasarlo realmente mal. Si quién dirige la ceremonia o sesión es un buen cuidador de los participantes la experiencia mejora mucho, especialmente si maneja el trance con maestria mediante el uso de la música, ícaros, etc adecuados a el estado del grupo en cada momento y además sabe atender individualemente al que lo necesita, pero sigue sin ser un viaje totalmente protegido. Me han contado experiencias muy traumáticas y de imprevisibles consecuencias , gente que ha tomado sustancias sin cuidado alguno por parte de nadie, mezclando distintos enteógenos, dosis exageradas, etc. que han necesitado ayuda porterior durante mucho tiempo. Incluso la holotrópica puede ser una muy mala experiencia si no se ocupan de ti adecuadamente durante el trance.

Así que , animo a todo el mundo a ampliar la autoconsciencia, a expandir su experiencia consciente, a ver las cosas desde diferentes ángulos dentro de su mente, a enriquecer la experiencia subjetiva de su vida, pero no sin advertir de los peligros que eso conlleva , independientemente de la técnica, si no tenemos las herramientas psicológicas necesarias para manejar el EEC o bién nadie nos acompaña y cuida adecuadamente durante el proceso.

No tiene nada que ver , por ejemplo, participar en una ceremonia de ayahuasca con un chamán con experiencia en cuidar de los participantes, que hacerlo con un desaprensivo que te da la planta y de deja a tu suerte, por no hablar de compararla por internet y tomarla por tu cuenta. Y hablo solo de lo agradable o no que sea la experiencia. Otra historia es que sea provechosa y ese EEC nos aporte realmente un beneficio posterior y no sea simplemente una experiencia desconectada  del resto de tu vida, y eso depende más de las propias herramientas.

En resumen, los EEC son muy interesantes para acceder a nuestro inconsciente y enriquecer nuestra experiencia consciente con las compresiones obtenidas durante estos estados.

Pero no es lo mismo, estar simplemente en trance con una subtancia o sin ella, que estar en un EEC, y además los EEC si no sabemos manejarlos pueden ser experiencias poco útiles y no siempre agradables.

Ahora bién con el aprendizaje previo necesario y un buén acompañamiento y cuidado, un EEC es una experiencia realmente iluminadora, de autoconocimiento y resolución de conflictos interiores, para deshacer nudos de los que, fuéramos o no conscientes, sufríamos las consecuencias.

Y de todas las puertas a ese mundo interior, para mi la hipnosis es la más segura, suave y protegida de todas, además de la más rápida. Aunque las experiencias no son tan "coloristas" y espectaculares como con los enteógenos, los resultados son mucho más controlados, terapéuticos y previsibles que con otro métodos sin apadrinamiento externo.

En una ocasión hablando con un gran chamán especialista en plantas maestras amazónicas, con muchos años de experiencia y de mi total confianza, del que he apendido mucho,  me contó uno de las experiencias más iluminadoras de su vida con el uso de la planta. Me sorprendió que tardara tanto en llegar hasta ahí. En una sola sesión de hipnosis hubiera podido hacer ese trabajo que le costó años y muchas experiencias duras de vivir.

Es decir, entrar en un EEC sin ayuda ni propósito puede dar cualquier resultado, no siempre útil y con frecuencia desagradable, en cambio entrar ahí de la mano de alguien que tenga recursos y herramientas para manejar lo que vaya saliendo durante la experiencia da una seguridad y una eficacia muy distintas. Muchos "venden" experiencias con distintas sustancias, que sólo son aptas para psiconautas sin mayor propósito que la experiencia alucinógena en si misma, en ocasiones el objetivo no es conocerse, sino huir de sus vidas por un rato. No tienen ningún interés como fuente de autocomprensión y no están exentas de peligro para la salud física y psicológica.

Os tengo que confesar que un EEC con ayahuasca o respiración holotrópica, usando internamente las técnicas de PNL o hipnosis durante el proceso es algo inolvidable, es como manejar todo tu inconsciente a gran velocidad ,  con precisión quirúrgica, teniendo todos los recursos en la palma de tu mano. Desde esas experiencias me pregunto si fueron EEC o bien normalmente vivimos en "estados contraídos de conciencia" y eso es ser realmente consciente.

Como decía el anuncio de neumáticos: la potencia sin control no sirve de nada. Pero potencia y control a la  vez...es poesía en movimiento.




Un abrazo.

Jordi Reviriego.

jueves, 11 de octubre de 2012

Colors


Venien de tot arreu cercant ajud. Algunes del confins del nord, altres dels deserts i praderies del sud, altres de les selves de l’oest.

El Pintor, pacientment les atenia una per una i els retornava el color i els dibuixos a les seves ales. Algunes havien quedat deslluïdes pel pas del temps, altres per malalties o accidents, tempestes i pols els havien descolorit les ales i la seva alegre bellesa. Totes acudien al Pintor cercant recuperar el que havien perdut, i ell feia el que podia, no sempre podia restablir la bellesa original de l’obra, però sempre oferia alguna milloria o si més no, consol i companyia.

Atenia tota mena de casos: algunes tenien uns colors meravellosos i només els treia la pols per a que els apreciessin, altres, en canvi, s’havien desdibuixat totalment i requerien una restauració profunda. També n’hi havia que hi anaven per petits defectes sense importància i fins hi tot n’hi va haver que hi anaven només per si de cas, per quedar més tranquil·les. El Pintor, que per cert es deia Munard, no jutjava aquests detalls i feia per a cada una el millor que podia.

En Munard, no esperava res a canvi, només la satisfacció de veure com les seves mans trobaven la brillantor amagada en cada escata de color, tothom creia que ell les pintava com un quadre, però en realitat només feia lluir el que ja hi havia a sota. Sempre fidel a la veritable natura de cada dibuix, sense intentar canviar res, només traient el màxim potencial de cada pigment. Potser per això els seus dissenys semblaven perfectes, perquè només il·luminava la bellesa, sense alterar-la, amb un profund respecte per la manera de ser de cadascuna.. Ell creia que tothom te tot el que li cal per a estar bé, la seva feina només era fer que retrobessin el equilibri que un dia, la vida que feien els va fer perdre.

Mai no es cansava de fer el que més li agradava, i us asseguro que no ho feia per obtenir elogis o agraïment, sinó portat per la curiositat de descobrir la bellesa que s’amaga darrera de cada ala acolorida, de cada vida, de cada reflex irisat. Allà on altres veien defectes, ell veia el resultat després de restablir l’essència veritable.

I molts d’altres van passar pel seu taller per aprendre com ho feia i quedaven meravellats de veure’l treballar d’aquella manera, sempre somrient, sempre satisfet. Alguns li demanaven “el secret” , com si fos una fórmula màgica i ell els mirava sorprès i els deia: -Secret? Només cal entrenar la vista per veure que en realitat tota la perfecció ja hi és present, jo només trec el que sobra. Jo no faig res, només confiar plenament en totes i cadascuna de les papallones que ajudo.



-I amb aquest conte comença la vostra carrera –digué el professor als alumnes de 1er de Medicina que el miraven bocabadats- .Quan l’entengueu, sereu metges.


martes, 2 de octubre de 2012

HO'OPONOPONO Y FILOSOFÍA HUNA 2ªparte

Recomiendo leer 1era parte ( entrada anterior ), para comprender esta en profundidad.

Esta es la información que circula por internet :



Vamos a analizar, paso a paso esta técnica de sanación hawaiana. Ante cada situación que  vivimos repetimos estas cuatro afirmaciones y transmutamos la energía negativa en positiva.

A mi parecer no es tan sencillo como repetir eso, y como se explica en la primera parte, la traducción no parece ser muy acertada.

1- LO SIENTO / I'M SORRY

La manera de pensar Huna no entiende eso como "me sabe mal" sino como algo que simplemente sientes, creo que en inglés el verbo debería ser "feel". Cuando en alguna situación o ante una persona sientes algo en tu pecho, una emoción, el primer paso es reconocer que sientes eso y que lo sientes dentro de ti, por lo tanto es tuyo, no viene de fuera.Eso es reconocer que lo sientes: asumir que si esa persona o esa situación te ha movido algo tuyo , es porque algo debes aprender con ello.Mientras nos escudemos en el victimismo: "la gente me hace eso  o aquello" "mira que mala suerte", etc. ponemos nuestra felicidad en manos de los demás, en lugar de en nuestro poder.

2- PERDÓNAME / FORGIVE ME

En occidente, nuestra cultura de raíz judeocristiana , entiende por perdón algo que implica culpa previa que limpiar. Por lo tanto pides perdón porque te sientes mal. Eso no encaja en la manera de pensar de la filosofía Huna. Para ellos más bien es asumir la total responsabilidad. Sería decir ME RESPONSABILIZO de que en mi realidad hayas aparecido tu con tu problema, porque si yo creo mi realidad y tu sufres en ella tengo mi parte de responsabilidad, para los Huna la sanación pasa por asumir totalmente esa responsabilidad sobre el dolor ajeno, pero sin culpa.

3-TE QUIERO / I LOVE YOU

Aquí también es fácil confundir el concepto con el amor romántico o con el amor cristiano o con el amor incondicional, que como ya hemos explicado no es el concepto de amor Huna. Para ellos es en realidad mucho más que eso, es la conexión desde lo más profundo de tu ser con lo que está sucediendo fuera, desde una actitud positiva, sin juicio.

4- GRACIAS / THANK YOU

Agradeces el aprendizaje extraído de la situación, agradeces a lo ocurrido que te haya mostrado una parte de ti que debías conocer y mejorar. Por ejemplo, si alguien te ha agredido, agradeces el poder trabajarte el sentimiento que te ha provocado la situación. Para hacer eso, debes vibrar en la frecuencia armónica del concepto Huna del amor, por lo tanto, conectar con la situación sin juzgarla, simplemente viendo para qué se ha presentado eso en tu realidad. Cuando logras eso desaparecen los sentimientos de odio, miedo, rencor que son los que realmente te hacían sufrir, ya que la situación ya pasó, ya no existe en el presente.


Voy a intentar dar un punto de vista más psicológico que místico, sobre los efectos que tiene este sistema de creencias sobre las personas. Todos tenemos un sistema de creencias: nos creemos afortunados, desgraciados, tímidos, simpáticos, con carisma, discretos, buenos, etc. y sobre esas creencias edificamos nuestra identidad y escribimos nuestro relato sobre nosotros mismos. Nos definimos de un modo determinado, creamos una leyenda sobre nosotros mismos y vivimos en ella.

Adquirir un sistema de creencias como el Huna, nos hace responsables y dueños de nuestra vida. Escribimos una leyenda en la que somos el protagonista poderoso de todo lo que nos ocurre, vivimos en el momento presente, como en el Zen, desde donde creamos nuestro mundo. No estamos al amparo del destino, de los designios de un Dios todopoderoso o del azar. Somos nuestro propio dios, creando nuestro propio mundo. Esto casa perfectamente con las corrientes constructivistas de la psicología que entienden que vivimos en el mundo que percibimos subjetivamente y no en una realidad absoluta inamovible y sobre la que no podemos influir. Aprovechamos lo que percibimos como oportunidades de aprendizaje, no hay desgracias, sólo oportunidades de crecer. Eliminamos el juicio sobre las cosas o personas y dirigimos la atención sobre nosotros mismos y sobre lo que podemos hacer al respecto. Dejamos de ir a la deriva, para fluir con la corriente y aprovechar en nuestro favor lo que ocurre.

Muchas psicoterapias van encaminadas a coger las riendas de nuestra vida reinterpretando nuestra realidad de un modo que podamos manejarla mejor a nuestro favor.

No es una religión, es un modo de entender la vida entera y a nosotros mismos mucho más adaptativa.

Si además estamos actuando como una terapia energética que influye a todo el universo, pues mejor que mejor, pero eso para mi no es tan  relevante como el efecto que genera en nosotros y en el sistema con el que nos relacionamos.

Desde el punto de vista de la psicología sistémica, cuando un elemento del sistema ( pareja, familia, amigos, país, mundo...) tiene un elemento que cambia, eso impacta a todo el resto de elementos. Si nuestro cambio es positivo, nuestro impacto es positivo, nos conecta con el entorno de un modo que lo mejora. Eso es lo que los Huna llaman AMOR.

Cambiar un sistema de creencias no es tarea de un dia, es tener un horizonte y caminar hacia él, de manera que cuando nos desviamos, sabemos hacia donde reorientarnos. Si vives conectado con el momento presente, sosteniendo tu identidad sobre estas creencias y con un horizonte claro, toda tu realidad cambiará.

Os invito a vivir así y a colgar comentarios sobre vuestra experiencia.

Como decía Castañeda "vivir en el intento".

Un abrazo  a todos.