Este artículo pretende desmitificar la hipnosis y apartarla de los escenarios para acercarla a la vida cotidiana y al ámbito terapéutico.
La palabra "trance" proviene del latín transire (compuesto de trans, ‘más allá’ y ire, ‘ir’), se refiere a un estado no ordinario de conciencia. Hasta aquí parece todo muy excepcional, pero veremos que no lo es tanto.
Nuestra conciencia "transita" continuamente entre diferentes estados de "trance", desde los momentos en que estamos "aquí y ahora" nuestra mente se proyecta al pasado o al futuro continuamente, a veces fugazmente, pero a veces se queda en "ese lugar" durante un buen rato. Es decir, dejamos de estar donde estamos realmente y nuestra mente habita un lugar interno, que poco o nada tiene que ver con el exterior real del momento.
Un ejemplo: vamos conduciendo un vehículo o caminando por la calle, y de repente nuestra mente entra en un trance acerca de una situación del pasado o del futuro, y nos vamos desconectando del exterior para profundizar más y más en un espacio interior que parece más real que la realidad externa. Entonces, llegamos al destino y salimos del trance como si nada. Pero si nos preguntan algo sobre el trayecto, nos daremos cuenta que lo hemos hecho "en piloto automático", que nuestra conciencia estaba transitando en un espacio interior que nada tenia que ver con las calles que cruzamos o los paisajes que "vimos". Nos mantuvimos en ese estado por dos motivos: porque queríamos y porque nada nos sacó de él. Si hubiéramos querido pensar en otra cosa o alguna cosa de la calle nos hubiera llamado más la atención hubiéramos salido del trance fácilmente.
Bien, este trance natural que experimentamos cada día , es el mismo proceso que se usa en una sesión terapéutica. Aprovechamos esta capacidad natural de nuestra mente de "transitar" para dejar el momento presente y llevarla a resolver momentos del pasado o del futuro que tenemos en nuestra memoria o en nuestra imaginación sobre el porvenir.
Del mismo modo que el trance del conductor, vamos a permanecer en trance mientras queramos, y saldremos de él cuando queramos. Nada más falso que el poder del hipnoterapeuta sobre el hipnotizado. En realidad es el poder del hipnotizado sobre sí mismo, es decir es una autohipnosis guiada por el hipnoterapeuta. Mi experiencia es en hipnosis ericksoniana ( que proviene de la manera de practicar hipnosis del Dr. Milton H. Erickson ) y a mi entender es la más respetuosa de todas. Antes de la sesión se pactan siempre los objetivos del trabajo de trance, y se respetan rigurosamente. Simplemente guiamos al inconsciente hacia conseguir sus objetivos a su propia manera, sin órdenes o imposiciones externas, confiando en todo momento en el inconsciente como una fuente de recursos.
El trance terapéutico es un estado natural que el terapeuta acompaña y profundiza para que el paciente pueda trabajar para conseguir su objetivo. En estos estados alterados de conciencia, estamos más abiertos a ver las cosas desde más puntos de vista y a usar nuestro recursos internos para resolver los conflictos que encontramos. Accedemos fácilmente a registros de memoria que en estado ordinario de conciencia no encontramos, vencemos resistencias, asociamos ideas con más facilidad, etc. Y en la mayoría de trances , el consciente permanece como testigo del trance, guardando memoria de lo que sucede, como un observador externo que se deja llevar. Es algo así como ver una interesante película, nuestro consciente puede levantarse e irse, pero sin embargo se queda absorbido por la película.
Si en algún momento nos "salimos de lo pactado" o pedimos cosas que contrarían a la persona en trance , este simplemente abrirá los ojos y saldrá del trance. No es cierto el mito según el cual estás bajo el poder del hipnotista o que te puedan dar órdenes sin tu consentimiento. Recordad que en realidad es un "autotrance" guiado por el hipnoterapeuta, por lo tanto no te darás a ti mismo ninguna sugestión que tu no quieras. Poder operar en niveles profundos de conciencia genera cambios en la raíz de los problemas, por lo que vencemos las resistencias al cambio más fácilmente y los resultados se amplifican más y más llegando a los niveles ordinarios de conciencia.
A la hipnosis de Erickson se le llama también trance "naturalista", porque aprovecha el proceso natural de la persona, sus valores, sus conductas, sin juzgar, acompañando desde el respeto absoluto hacia la manera de ser del paciente. Esta manera de proceder pone al terapeuta al mismo nivel que el cliente, no hay jerarquía, sólo acompañamiento.
Esto permite incluso la "hipnosis sin trance", es decir generar un estado de trance útil para trabajar con los problemas del cliente sin necesidad de un trance "formal" con ojos cerrados. Para lograr eso, Erickson fue un maestro del uso del lenguaje y de la metáfora. Nos enseñó a hablar con el inconsciente de la otra persona, como si nuestro inconsciente y el del que tenemos delante se comunicaran con mayor efectividad que nuestros respectivos conscientes.
Uno de mis profesores decía: "nunca podrás llevar a alguien a un trance en el que no hayas estado tu antes", y tiene toda la razón, el trance no es una teoría, es una experiencia y como tal hay que vivirla en primera persona para entender de qué estamos hablando.
La mayor parte de nuestras conductas y pensamientos de cada día surgen desde los más profundos niveles de nuestro inconsciente, por lo tanto, si vamos a generar cambios, será mucho más efectivo cambiar desde ahí que desde niveles más superficiales, como el comportamiento que hacemos.
Otra manera de hablar con el inconsciente es mediante los cuentos y metáforas, estos son historias que entretienen al consciente y permiten al inconsciente dar sus propios significados, útiles para generar nuevas perspectivas mejores de las anteriores. Por ejemplo, en terapia breve usamos los recursos narrativos tanto del paciente como del terapeuta para generar cambios, para enriquecer la visión del problema y encontrar los recursos adecuados para resolverlos.
La hipnosis no sólo sirve para resolver problemas, también para mejorar capacidades, para conocerse mejor, para abrirnos a nuevas posibilidades que no nos planteábamos conscientemente, desarrollar nuestro potencial...y como no, experimentar un estado alterado de consciencia mediante hipnosis, es una experiencia agradable sin necesidad de ninguna substancia química que altere nuestro cerebro.
Una curiosidad de como funciona: tras el estreno dela película "Avatar", de James Cameron, aumentaros las ayudas a organizaciones de protección de la naturaleza como WWF o Greenpeace. Nuestros conscientes veían seres azules en un lejano planeta, mientras nuestros inconscientes comprendían que eran una metáfora de los indios de la Amazonia. ¿Curioso eh?
Me pregunto que generarán en nuestros inconscientes películas como "In time", ¿quizás un modelo económico más justo? , o "Lorax: en busca de la trúfula perdida" ¿despertará el ecologismo en los niños o les hará saber que cada uno de nosotros puede cambiar el mundo?
Cada inconsciente sacará su propio mensaje según su momento de vida, sus objetivos, sus experiencias...
¿Está Hollywood, haciendo películas con "mensaje subliminal" conscientemente?
Por último, una buena metáfora de como Erickson entendía la terapia :
Una historia que cuenta Milton Erickson:
Cuando era muy joven se encontró un caballo perdido en la granja de sus padres. El animal no tenía ningún signo que pudiera identificarlo. Erickson se propuso devolvérselo a sus dueños, para ello lo montó y lo mantuvo en el camino que por allí pasaba. Dejó que el caballo decidiera dónde ir, interviniendo sólo cuando este se apartaba del camino para deambular por los prados adyacentes.
Finalmente llegó con el caballo hasta la granja de un vecino, a varios kilómetros de la suya. El dueño de la casa le preguntó: ¿Cómo supiste que ese caballo era nuestro?
Erickson le respondió: “Yo no lo supe…el caballo lo sabía”
Un saludo.
Opinión del maestro Dr. Allan F. Santos:
Opinión del maestro Dr. Allan F. Santos:
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