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Benvinguts a un espai on fer-se preguntes, qüestionar les nostres veritats, fer crítica constructiva. Ser dissidents d’aquest sistema vol dir fer propostes des del dubte i l’esperança.



viernes, 17 de mayo de 2013

¿Podemos ser libres?

Para empezar: ¿Qué es ser libre?

Una definición posible es esta:

"ser libre significa , en primer lugar, tener ausencia de coacciones externas e internas que impidan nuestra capacidad de elección, es decir, no tener influencia de las personas ni de los sentimientos.
Somos realmente libres mediante un proceso de liberación que requiere un esfuerzo. En el momento que dejamos de seguir lo que dicen nuestros padres y somos suficientemente maduros y responsables para elegir por nosotros mismos y hacerlo de manera correcta, en ese momento somos libres.
Ser libre es poder elegir por ti mismo sin influencia de los demás"

Bien, ahora permitidme destrozar tan bonita definición. 

En primer lugar por inespecífica, ya que no puede ser más vaga e inconcreta, pero aún así, vamos a intentar darla por buena, a ver que pasa.

Todos tenemos claro lo que es una coacción externa o interna, cuando alguien o nosotros mismos , nos impiden elecciones libres, pero todas nuestras decisiones están inevitablemente influidas por nuestros instintos, creencias, aprendizajes, opiniones externas, etc. por lo tanto ya no son libres. Decidimos lo que queremos en un marco muy concreto que ha venido de fuera. Es más, cuando "nos liberamos" de todo lo que nos limita, buscamos desesperadamente unas nuevas reglas que nos pongan límites. 

Es como si al destruir nuestra "cárcel" nos sintiéramos perdidos y desorientados y necesitáramos construir otra que la sustituya. En el proceso de destrucción de nuestros límites ya estamos construyendo otros.



Me pregunto si la absoluta libertad sería soportable...

Por nuestra naturaleza gregaria, tenemos una necesidad de pertenecer a algo más grande que nosotros, y eso , necesariamente, implica renunciar a una parte de nuestra libertad. Eso sí, cuando vencemos nuestros límites actuales, tenemos la aparente libertad de elegir los siguientes, pero no la de no elegir ninguno.

Me gusta observar a las personas que se desmarcan de las convenciones sociales y dicen ser libres, cuando en realidad se unen a otro sistema igualmente restrictivo. Por ejemplo, el movimiento okupa antisistema tiene unas normas de funcionamiento, una jerarquía, incluso una forma de vestir y de pensar necesarias para ser aceptado. Así que cambian las mechas californianas por las rastas y eso les hace sentir libres...es de locos ¿o no?

Otros, hacen un camino más interno y espiritual y se liberan de sus creencias "impuestas" por la sociedad, por su pasado, por sus experiencias previas, etc. pero no he visto ninguno que no se aferrara a nuevas creencias, algunas incluso más limitantes que las anteriores.

Para muchos , el camino de la liberación, para por una férrea disciplina con la que renuncian a toda libertad. Con todo mi respeto para los que dedican su vida a ello, pero ¿es libre un monge budista que se aferra al desapego y renuncia a todo para ser libre mediante una férrea disciplina? ¿y una asceta indú que renuncia a todo y se impone un sinfín de sacrificios y penurias para ser libre? ¿Acaso no están sujetos a unas nuevas creencias limitantes?

En todo el mundo tenemos la libertad de encarcelarnos a nuestro gusto, nuestro sistema ofrece un montón de celdas, a veces de lujo, donde no ser libre: la familia, los amigos, el dinero, la moda, la pareja, los hijos, la política, el deporte, el prestigio, el culto al cuerpo, la dieta, la religión, la patria, los fármacos, los hobbyes, el trabajo, la educación, las adicciones...

Necesitamos creencias limitadoras para orientarnos y estar tranquilos. Los niños que no tienen claros sus límites, en lugar de ser felices, se angustian. Les tranquiliza tener un marco de relación y comportamiento con normas claras y definidas. Y cuando crecemos, eso se mantiene, podemos cambiar los barrotes, pero no vivir sin ellos.

Entonces ¿qué es ser libre?

Desde mi conscientemente encarcelado modo de ver, ser libre pasa, en primer lugar por ser consciente de lo que nos limita y coacciona interna y externamente. Una vez somos conscientes de eso, podemos ejercer la libertad de aceptar o no esas limitaciones. Si las aceptamos, ya estamos ejerciendo la libertad de vivir en esa celda y no en otra. Si no las aceptamos , podemos cambiar, derribar todos los muros y necesariamente construir un nuevo marco restrictivo en el que sentirse seguro. Puede que esa sea toda la libertad que somos capaces de soportar.


Puede que la única libertad verdadera sea la ser conscientes de lo que nos limita y poder elegir nuevos límites, y cambiarlos flexiblemente a lo largo de la vida. Eso nos lleva a una gran responsabilidad, si tú eres quién construye tus muros, debes ser consciente de que están ahí y aceptar que los has puesto tu. Ya no sirve el victimismo o dar la responsabilidad a los demás , llegado a este punto, tu eres el arquitecto que construye su cárcel, por lo tanto, hazte un lugar cómodo y confortable donde limitar tu libertad, busca un pijama de rayas agradable a tus ojos, sé un carcelero amable de tí mismo y respeta los muros de los demás, no es tarea tuya derribar muros ajenos sin consentimiento. Puede que alguien , viendo tu celda más amplia, cálida y luminosa , con agradable perfume y música amable, te pida ayuda para mejorar la suya, y sólo entonces tienes permiso para dar soporte a su deseo.

Cuando tomas consciencia de ti mismo, adquieres la libertad de cómo no ser libre a tu elección, por lo tanto elige bien tu nueva casa, puesto que, quizás, no estamos preparados para vivir en campo abierto.

Aunque no sea una libertad absoluta, hay una gran diferencia.

¿te sientes cómodo en la vida que te has construido hasta ahora?



Puede que este artículo no sea más que los barrotes de mi ventana, así que no te lo tomes muy en serio...



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